Preposiciones

Las preposiciones son palabras invariables (que no se modifican por género, tiempo, número, modo, etcétera) que introducen el llamado «sintagma preposicional». En términos generales, la función de las proposiciones es la de introducir adjuntos o, en ocasiones, también complementos (ligando el nombre o «sintagma nominal» al que preceden inmediatamente con un verbo u otro nombre que las antecede).

En algunas lenguas las preposiciones pueden no encabezar un sintagma preposicional, como en el inglés, donde incluso pueden aparecer al final de la frase. Considerando las distintas lenguas del mundo, la preposición es un tipo de adposición que se caracteriza por aparecer típicamente al principio del constituyente sintáctico al que afecta; así por ejemplo, la palabra equivalente que aparece detrás y no delante se llama «posposición». Tradicionalmente, la gramática del español la ha definido como la parte invariable de la oración que une palabras denotando la relación que tienen entre sí.

«De» y «para» son dos preposiciones. Son de uso común y cotidiano. Pareciera además que hasta cierto punto pudieran ser usadas en forma indistinta. Sin embargo… por una razón existen ambas.

Este semestre me ha tocado impartir nuevamente «Tecnologías de búsqueda de información no estructurada«. Una materia con un título demasiado largo y además mal elaborado (de esto ya escribiré en otra entrada del blog). Para empezar, primero el asunto de la primera proposición empleada: «de». ¿Es correcto que sea «tecnologías de búsqueda»? ¿Qué tal «tecnologías para búsqueda»? ¿Habría diferencia? ¿O es lo mismo?

De acuerdo a la RAE, la acepción en la definición sobre «de», como preposición, indica2 que se trata de una preposición que denota posesión o pertenencia (origen, composición, contenido, causa), denota asunto o materia, naturaleza, condición o cualidad; así como crear, locuciones adverbiales de modo, determinar o fijar con mayor viveza la aplicación de un nombre apelativo, entre algunos otros usos variantes relacionados.

Por su parte, «para»3 denota el fin o término a que se encamina una acción, sentido de movimiento, determinar usos, como partícula adversativa, relacionadas entre objetos, más algunos otros usos junto con elementos gramaticales específicos (verbos, pronombres, nombres). Por lo que rápidamente puede entenderse que ambas preposiciones tienen aplicaciones específicas y que no se mezclan.

En el caso de «de» hay una acepción que la RAE recoge en la que equipara a «de» con «para» relativo al uso, y que ilustra con los ejemplos «gorro de dormir», «ropa de deporte» y que precisamente es el meollo de este post. ¿»Gorro para dormir»? ¿Ropa para deporte»?

¿Mi opinión? La RAE ha recogido, dada su frecuente utilización por el vulgo, el inapropiado empleo de la preposición «de» en su uso como «para». Después de todo, la cuarta acepción de «para» señala: para determinar el uso que conviene o puede darse a algo. Uso que conviene: dormir; uso que puede darse a algo: deporte. ¿Ven?

Referencias

  1. «Preposición«, Wikipediaweb. Visitado: 2018.08.08. URL: https://es.wikipedia.org/wiki/Preposición.
  2. «De«, RAE, web. Visitado: 2018.08.08. URL: http://dle.rae.es/?id=BtDkacL|BtFYznp.
  3. «Para«, RAE, web. Visitado: 2018.08.08. URL: http://dle.rae.es/?id=Rp1CuT2.

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